jueves, 14 de mayo de 2009

Fuu Fuu... chiqui chiqui chiqui

Ayer emprendí un nuevo camino. Llene mi mochila de ganas y expectativas, con Dios en mi cartuchera junto a mi lapicero color sueños, tomé el tren hacia mi futuro, tiquete que pago con mi esfuerzo diario.

Nunca viajé en tren de esta manera, la primera vez que busqué el mismo destino me dieron un aventón. En esta ocasión voy en tren, sentada en mi asiento sola, esperando algún acompañante temporal para pasar el tiempo en común que tendremos momentáneamente.

Supongo que viajar en tren no siempre será cómodo, siempre extrañaré mis épocas de aventón, muchas horas sentada en ese pequeño asiento molestarán mi espalda y querré bajarme en la siguiente parada, pero sé que debo llegar a mi destino final en donde me aguarda la alegría que hoy es sólo un sueño.

Envié una carta a mi destino para avisarle que voy en camino, no puedo dar fecha y hora exacta de mi llegada porque nunca he viajado en tren, de igual forma no me apresuro… quiero disfrutar cada momento del viaje, si bien hace frío, llevaré abrigo. O si me toca el verano a 40° me quitaré la mayor cantidad de peso que pueda y abriré la ventana para disfrutar del viento pegando en mi rostro, exactamente en mi región frontal, infraorbitaria, y zigomática, (palabras que aprendí en este tren)… se trata de disfrutar.

Quiero aprender todo lo que para mi mente sea posible, y sostener el peso de la información que mis manos aguanten, quiero jugar con mis colores para aprender el nombre de las partes de tu cuerpo… del mío. Quiero reír entre operaciones y vacilar con los problemas, situarme en la esquina a chismear con los libros, besar los significados de las palabras nuevas. Quiero limpiar el suelo del tren para acostarme a descansar cuando mis piernas se agoten y la silla me sea chica.
Quiero ver los atardeceres en el tren, mientras me como un sándwich.
Quiero parar de sonreír un momento para no sentirme ingenua, aunque nadie me vea.
Y lo más importante, quiero recordar para siempre las sonrisas gigantescas, los abrazos de oso, mi propio equipo de amigos porristas que me despidieron mientras me montaba en este tren.

No bajaré de 90 "kph" … lo prometo.

2 comentarios:

Colección Armatoste/Juan Quirós Alvarado dijo...

Me gusta su poesia es muy amena.

♦PªU♦ dijo...

Muchas gracias innombrable! jeje