jueves, 28 de mayo de 2009

Adiós

Perdí el apetito de tu presencia,
No sé si está debajo de mi poco tiempo,
o detrás del escaso esfuerzo.
Talvez lo metí en una gaveta,
o se me ha perdido en una esquina…

Porque los minutos ya no corren a tu lado,
y mi tiempo libre no busca tu abrazo.
Mis piernas se aventuraron a viajar olvidando el camino a ti.

Sé que si no me voy hoy, me iré mañana…
Y el mañana cambió hoy dentro.

Te quiero no hay duda.
No te libero… tu libertad nunca fue esclava de mis ojos.
Yo me libero yo… porque mis ojos fueron esclavos de tu libertad.

Te dejo una “Queixa” de Caetano en el olvido,
y un suspiro en la silla… por si algún día toco tu puerta preguntando por él.

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