viernes, 23 de julio de 2010

Me llevé el oro



Nuevamente me crecieron los ojos después de jurar que los habías dejado estériles…
Sedujiste mis metáforas como Don Juan de hipérboles.
Don arrendatario de almas, porque contigo nunca me perteneció.

Como titiritero manejaste mi piel, arrancando cuerda por cuerda, cayendo en látigo, mientras ya tenías otro títere... bailé al ritmo del sonido de tus pasos, y como si tuvieras una galleta en la mano, me hacía la muerta... sin saber que ya lo estaba.

No tuve que superar tu ausencia, sino mi testarudez,
y como dueño de 20 espacios en este blog,
te comparto mi puesto como semifinalista en un concurso de poesía en España…
Aún no han anunciado al ganador, pero Tuya para mí ya ganó,
y el oro fue lograr olvidarte después de tanta sangre.