viernes, 28 de octubre de 2011

Lista para no estar preparada…


Estoy lista para no estar preparada…

Vacié mis bolsillos de expectativas de hadas, lavé mis oídos de comentarios que hacen las paredes y revoqué las miradas que disparan los payasos desempleados.

Estoy lista para no estar preparada…
El octante ya no me ubica sin importar la estrella… ahora genuinamente río, aprendí que no son los kilómetros los que se cuentan para llegar a ti, sino, las miradas tímidas que desprenden mis pestañas, los besos robados sin pena de cárcel, las risas que escupe mi garganta porque no las vio venir.

Estoy lista para encontrar el boleto de bus en la suerte del viento y no en el monedero de mi bolso. Lista para saciar mi hambre con las carcajadas de colores y no en el inventario del súper mercado… Estoy lista para no estar preparada y abrazar los errores, que se tornan anécdotas escapadas de entre dientes, revueltas de risas y tragos.

Para lo único que estoy preparada es para dejar la maleta en casa y no estoy lista para regresar por ella.

Porque el dulce se prueba en los momentos que menos se esperan, no en la predicción del Tiramisú, lo lindo es despertar y sonreír las locuras que marcó el reloj, aún cuando era obscuro.

Estoy lista para mí… para lo que venga, para no usar mapa, para no ser sofocada por las expectativas, para que las normas no dicten mis movimientos y los paradigmas no enyesen mis huesos.

Ya llegó la hora... esa que no marcó el reloj que acabo de tirar a la basura.