jueves, 24 de marzo de 2011

Pequeños cuerpecillos

Camino entre sombras de hipocresía que me llenan los pulmones de tantas mentiras que no puedo envestir, el paisaje de engaños y máscaras, se ríe de la dignidad que se escapó de tanto cuerpecillo.
Si fuese un circo sería una acróbata de puñales y patrañas, mima sin mimo ni mimos, personaje de una cara en un mundo de dos.

A veces me pregunto si corre sangre por sus pensamientos, si hay sinapsis en sus lenguas, si beben envidia en sus fiestas, si descubrirán que no son lo que creen ser, pequeños cuerpecillos.

Y por más que implote de tanta presión en mis venas por mutar invisible, sigo aquí.
Viendo como se ven y se creen ser vistos, viendo como sus espejos de caricatura los agrandan deformando sus rostros, y fuera de esa casa de espejos, son simples cuerpecillos.

Narices rojas y pelos de arcoíris… pesadilla humana.
Al caer el telón, se van a dormir con la ausencia de su esencia, con sus camas frías, una planta que no se riega sola, y el disfraz de mañana en el perchero de su soledad.

Pequeños cuerpecillos inflados de comedia barata,
tristes sonrisas plástica.