jueves, 29 de octubre de 2009

Mirar hacia atrás


Mirar hacia atrás no es sólo para fotografiar el último recuerdo de tus pupilas penetrando mi partida, también es para alimentar el llanto de ver que no lo están.

Me gusta caminar sin mirar atrás, y quedarme con la imagen dibujada en obra de arte de tu rostro esperando por mi… me alimento de esa mentira en tiempo de hambre.

No me atreví a torcer el cuello y exponerlo a la isquemia ocasionada al ver tu nuca partir, y como imagen de espejo ser yo la del otro lado que espera que seas vos el que vuelva a ver para atrás, y notes la sangre que escupen mis ojos al verte partir.

2 comentarios:

A dijo...

Estimada vecina. (parece que empiezo una carta de verdad :P)
Este telegrama - largo- computarizado tiene una sencilla aunque sincera (por más extraño que pudiese parecer) finalidad: El deseo que comprés una curita y la bebida que más disfrutés. La curita porque protege la herida hasta que se cicatrice. La bebida, para que luego de quitarte la curita, podás brindar por ese poder de seguir adelante, que a pesar de ser hombre; sé que todas las mujeres (maravillosos seres jajaja) poseen casi que en demasía.
Por lo pronto: un saludo, una curita y un brindis de este Alejo

♦PªU♦ dijo...

Hola vecino...
Te cuento que prefiero dejar la herida descubierta, y que le roce el viento de la vida, se cura más rápido que tapandola con curita

Y por supuesto, Salud!