viernes, 3 de julio de 2009

Sal del hueco

¿Por qué te llenaste de mugre de zapato ajeno?
¿Acaso te han majado?

¿Por qué regañaste al sol enviándolo lejos?
¿No te has dado cuenta que se llevó tu mirada?

¿Por qué te oprimes contra la pared con tu propia mano de estaca?
Si la oscuridad no secará tus lágrimas

¿Con qué ley te estás juzgando amigo?
si tienes al juez de tu parte… reconoce a tu Padre.

¿Con qué ley me has condenado? Iluso,
si el juez es mi padre.
Perdóname, si bien he pecado.

Sal a la luz y sé luz,
que tras la sombra, sólo alargarás tus lunes.

Confía en tu Juez, amigo y Padre,
y no te consumas en viejos errores
que el que te acusa, hace tiempo se le ha derrotado.

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