Te amo porque estás cuando más lo necesito, porque
nunca levanté la mano solicitando una amiga y apareciste… nunca te pedí discreción y me la diste… nunca imagine lealtad y me defendiste.
Porque en tu paciencia duerme mi desespero.
En tu aburrición habitan mis horas muertas.
En tu sabiduría juegan mis dudas.
Y en tu alegría se ejercita mi sonrisa.
Porque me salvás de mis arenas movedizas y te sirvo de apoyo en tus tormentas depresivas.
Porque mis amigas las cuento con los dedos de una mano y aun así me faltan millones de ellos para contar tus virtudes, y sólo unos cuantos más para contar tus defectos, aunque estos te hacen grandiosa.
Te quiero cuando te vestís de vida, y te desvestís ante la soledad, te quiero cuándo me seguís en las tonteras, y me regañás ante mi necedad.
Te quiero porque en verdad te quiero, porque no encuentro una razón para no hacerlo, porque tus palabras hirientes me han hecho querer tu honestidad, y tus palabras de aliento me hicieron amar tu personalidad.
Espero el día en que nos quejemos juntas de las canas en vez de los amores, y recordemos cada lágrima como el resultado de la inexperiencia y que gracias a ellas tuvimos nuestras noches de ron y filosofía, o cerveza y desahogo de injusticias.
Te amo porque sos vos... te quiero con tus chichas y detalles.
Yo simplemente adoro tu compañía!!
Escrito para:
Rita Saravia Vargas

Porque en tu paciencia duerme mi desespero.
En tu aburrición habitan mis horas muertas.
En tu sabiduría juegan mis dudas.
Y en tu alegría se ejercita mi sonrisa.
Porque me salvás de mis arenas movedizas y te sirvo de apoyo en tus tormentas depresivas.
Porque mis amigas las cuento con los dedos de una mano y aun así me faltan millones de ellos para contar tus virtudes, y sólo unos cuantos más para contar tus defectos, aunque estos te hacen grandiosa.
Te quiero cuando te vestís de vida, y te desvestís ante la soledad, te quiero cuándo me seguís en las tonteras, y me regañás ante mi necedad.
Te quiero porque en verdad te quiero, porque no encuentro una razón para no hacerlo, porque tus palabras hirientes me han hecho querer tu honestidad, y tus palabras de aliento me hicieron amar tu personalidad.
Espero el día en que nos quejemos juntas de las canas en vez de los amores, y recordemos cada lágrima como el resultado de la inexperiencia y que gracias a ellas tuvimos nuestras noches de ron y filosofía, o cerveza y desahogo de injusticias.
Te amo porque sos vos... te quiero con tus chichas y detalles.
Yo simplemente adoro tu compañía!!
Escrito para:
Rita Saravia Vargas
No hay comentarios:
Publicar un comentario