viernes, 15 de octubre de 2010

Su última sístole


-¿Cómo es posible que un poeta muera del corazón?
Parecía ser sólo un cliché, una frasecilla triste de cientos de poemas,
un inconsciente colectivo que comparten los que disfrutan imprimir sus tristezas en papel.

El doctor mencionó que la poesía no era su fuerte,
pero la ciencia le robo esas madrugadas de insomnio y vino,
y que esta se encargaría de quitarle la vida a ese corazón que no sabía latir.

-¿Cómo es posible que un poeta muera del corazón?
Se reprochaba constantemente...
haciéndose realidad la irrealidad,
intoxicando la metáfora de subsistencia.

-¿En verdad el corazón sólo sirve para llenar de suministros la ciencia?
-¿ASÍ SERÁ TU ÚLTIMA SÍSTOLE?
le gritaba mientras golpeaba su costilla izquierda,
exigiéndole cambiar de profesión.

-¿Podría alguien decirle a la ciencia que escriba poesía?
-Que la vida no es la que se palpa sobre el pecho,
sino en la profundidad de él.

Las lágrimas empezaron a salir por su garganta,
impidiéndole la suplica
y con su última sístole, se resbalaron un par de palabras…

-Maldita ironía